viernes, 19 de febrero de 2010

TERAPIA VIBRACIONAL


Las Terapias Vibracionales son las técnicas de curación basadas en el concepto de que cuerpo, mente y espíritu tienen que trabajar holísticamente para mantener la salud. En la mayoría de los casos la enfermedad comienza en la Mente, o en el nivel más profundo del espíritu, por lo que allí es donde debería comenzar también la curación.

El principio fundamental en el que se basa, es la consideración del ser humano como un ente participante de una realidad física y una realidad espiritual. El estado de salud o enfermedad de la personalidad humana que incluye el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral (emocional) y el mental inferior, está determinado, muy frecuentemente por el grado de fricción que existe entre el alma y la personalidad y el punto en el que se inscribe ésta fricción.

La teoría es que todo el mundo posee un mecanismo curador que fluye como una fuerza energética alrededor del cuerpo, mente y espíritu para mantenerlos en perfecto orden. Desgraciadamente, el estrés, una dieta inadecuada, una actitud negativa y otros factores adversos pueden bloquear nuestro mecanismo de curación, de modo que no puede funcionar correctamente y nos ponemos enfermos. La curación espiritual proporciona energía necesaria para poner de nuevo en acción nuestro propio mecanismo curador.

La curación no siempre actúa a nivel físico; la enfermedad puede permanecer, pero la habilidad de enfrentarse a ella mejora. A veces no funciona en absoluto. Esto puede deberse a que la persona enferma “bloquea” las fuerzas curadoras: algunas personas prefieren subconscientemente estar enfermas. También puede ser debido a que “necesitamos” permanecer enfermos.

Todo, ya se a visible o invisible a los ojos emite una vibración, más alta cuanto más sutil e intangible, más baja cuanto más densa y material. Un órgano se daña cuando la vibración en la que se ha mantenido el cuerpo que lo aloja, ha bajado su frecuencia a un ritmo mucho más lento; eso hace que la energía no pueda fluir y alimentar correctamente a la zona bloqueada, y se crean estancamientos energéticos que provocan la enfermedad.

La recuperación de la salud se realizará aplicando una terapia de alta vibración cuyo ritmo al entrar en contacto con el órgano dañado provocará una subida de frecuencia hasta su total recuperación. De la misma forma que en el hogar al subir la temperatura de un termostato calorífico se provoca una reacción en cadena que expande la temperatura ambiental al conjunto de la casa, transformando el clima “por contagio” a otro más adecuado, la medicina vibracional actúa a modo de "regulador térmico" desde los cuerpos muy sutiles hasta los más densos, equilibrando de esta manera, el tono indicado para el equilibrio del ser humano. Al restituir la frecuencia de vibración al órgano, la energía recuperara su orden y fluirá adecuadamente. Sencillo y sublime es el protocolo de las terapias vibracionales.

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